martes, 22 de agosto de 2006

Lo reconozco, tengo un problema!

Si, lo tengo, lo confieso, lo grito a todo cañón. TENGO UN PROBLEMA CON LA IMPUNTUALIDAD! Cosa que me saca de quicio sin duda es la impuntualidad. La gente que se cree no se qué o quiénes para llegar retrasados a cualquier parte, para no respetar el tiempo ajeno, para burlarse tácitamente de mi puntualidad. Siempre trato de llegar a los sitios donde voy a conseguirme con alguien unos 5 o 10 minutos antes, total uno nunca sabe. Salgo con bastante antelación porque no me gusta que esperen por mí. Sabiendo todo esto estoy ya preparada a esperar a esa persona si yo llego antes que ella y a la hora que acordamos, pero una cosa es esperar mis 5 o 10 minutos que me adelanté y otra muy distinta, caramba, es que la gente te llegue 30 minutos tarde de la hora acordada. De paso te vienen con le excusa que juran nos vamos a comer como caramelitos: "Es que había una tranca en...", "Es que se me olvidó algo y tuve que devolverme", "Es que el tiempo se me pasó volando" (¿será que no tienen reloj ellos?,digo, para regalarselos en navidad), "Es que...","Es que...","Es que..." Bla, bla, bla, bla.O peor, los mas osados, los que se declaran impuntuales y no les importa un pepino. Claro que siempre puede pasar algo imprevisto, pero una persona que CONSTANTEMENTE llegue tarde a sus encuentros debe y tiene que estar patológicamente enferma de Impuntualidad Crónica y Severa. Hasta se ríen contándole a los demás como uno esperó y esperó y esperó como un bolsa por ellos. Muchos me dicen que no llegue temprano o que yo llegue tarde también, pero la verdad no le veo ninguna solución a esa comportamiento. Primero que nada YO no soy asi, no está en mí ni en mi naturaleza. No soy embarcadora, no le debo a nadie porque detesto saber que debo algo y no soy impuntual. Punto. Segundo, ¿no son normas de cortesía no hacer esperar a los demás, o soy yo señorrrrr que estoy mas pelada que rodilla de chivo? Total que hoy como cualquier otro día me doy cuenta que la mística del buen trato para con los demás se va perdiendo poco a poco como al parecer todo lo bueno. Le gente llega tarde, te embarca, no te llama, no te para, no le importa ni respeta tu tiempo, en fin que cada uno de ellos son un globito particular: Ellos, ellos y sólo ellos. ¿Los demás? que esperen. Lo triste del caso es que aunque me reviente y enloquezca con esto yo siempre voy a seguir llegando PUNTUAL para quejarme de la impuntualidad. Ufff!

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