viernes, 29 de febrero de 2008

Mi abuelita de los cuentos de hadas

Comenzar a hacer este post fué fácil. Ella siempre fué, y aún es, mi abuela favorita, mi abuela querida, como le coloqué en mi tesis cuando se la dediqué apenas unos meses después de ella irse: "Ella es la mejor abuelita de los cuentos que cualquiera pudiera desear".

Por mis venas no corre su sangre, pero la amo y la extraño como si así fuera.

Lloro mientras escribo esto porque cada día de risas, reuniones familiares y penas me ha hecho mucha falta su risa alegre y su amor incondicional.

No tenía nada material para darnos mas que el gran amor y dulzura que siempre nos entregó.

Oír el intercomunicador era señal inequívoca que ella había llegado. Llegaba con sus manos vacías, pero con sus brazos llenos de abrazos, sus besos, con su alegría dever a su nieta consentida, mi hermana, porque es igualita a su hijo querido, mi papá, pero JAMÁS me sentí de lado, jamás me hizo sentir que mi parecido con mi mamá y no con mi papá era obstáculo para darme su amor.

Mi papá era su debilidad y se adoraban. Jamás he visto a un hombre llorar como lo hizo mi papá cuando ella se nos fué.

Sus lunares eran mi locura y el día que ella murió supe hasta donde llega el amor que uno siente mientras la peinaba, la vestía y le tomaba la mano cuando la poníamos mas bella para su última morada.

Sus manos tibias son algo que jamás olvidaré, su mano en mi cara preguntándome cómo me había portado, sus cuentos de las tremenduras de mi papá, sus arepas riquísimas, sus historias de los pleitos con su vecina, su amor infinito hacia sus animales, aquellos que recogía de la calle y por los que moría y luchaba.

Enferma sus pensamientos eran para ellos y por saber si estaban bien. Su amor por los animales lo heredé de ella.

Ay abuela, si vieras a tu bisnieta. Naguará es igualiiiiita a su abuelo, tu hijo. Ella si que sería tu delirio.

Ella sabe que la amo con toda mi alma, que la tengo presente siempre, que le hablo y se que me oye, que las lágrimas que derramo ahora son de tristeza de no tenerla cerca.

Abuela, ese día te preguntaba que iba hacer yo sin tus pecas ahora y te pedí que me las regalaras. Bueno...se está cumpliendo lo de las pecas abuela jajajaja que lindo!

Si van 16 años que te nos fuiste y 16 años que te llevaste contigo a alguien a quien amaba (tu sabes quien es), pero me reconforta saber que él está contigo y tu con él, tanto como se querían y se consentían. Me reconforta saber que ya no sientes dolor ni ves las locuras de este mundo, me reconforta sentirte cerquita siempre, mi abuelita de los cuentos de hadas.

Ella es mi abuela. Mi orgullo. Mi abuela bella. Porque no me hace falta tener su sangre en mis venas, no me importa que ella haya sido la madrina de mi papá (técnicamente hablando) todos nosotros sabemos que mejor abuela que ella no hay, todos nosotros sabemos que a el amor no le importan los títulos y además gracias a ti tuvimos todo el amor que una abuela puede dar y mas.

Gracias abuelita por tanto amor para recordar.

3 comentarios:

Salvador dijo...

Curiosa, al menos sabes y tienes en cuenta que para tu abuelita has sido y eres muy importante. Eso es bueno.

Los seres queridos en algún momento se irán, lo importante es quererlos como nunca y recordarlos para siempre. Luego, quizás en unos cuantos años, se encontraran de nuevo, y aquellos cuentos que solías escuchar volverán a estar presentes para ti.

Saludos.

Curiosa dijo...

Que lindas tus palabras Salva, muchas gracias.

Natisla dijo...

amiga, este post me ha hecho llorar!! Demasiado lindo!

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