¿Malos conductores o mala suerte?

Todos hemos tenido alguna vez un día de locos. Algunos hemos tenido demasiado de ellos. El mío fue ayer.

Voy a inscribir a mi sobri en su curso propedéutico para la universidad. Nos vamos en Metrobus. Pasamos un día increíble entre compras y comer chocolate en Kakao.

De regreso nos vinimos en Metrobus otra vez, y ya llegando a Chacaíto una muchacha en su carro nuevecito, sin razón lógica aparente, se lanza contra las puertas traseras del Metrobus y, obviamente, nos choca. Menos mal estábamos cerca de la estación.

Nos bajamos y el chofer necesitaba 4 testigos para el choque, me ofrecí, di mis datos y nos fuímos.

Tomando el otro Metrobus para la casa comienza el otro drama.

En la primera parada el chofer, ya sea que no se dió cuenta, estaba apurado o estaba distraído, cierra las puertas traseras ANTES de que un señor mayor, de unos 70 y tantos años, terminara de bajar, le cierra las puertas en el tobillo y lo arrastra apenas un metro y medio, pero fue suficiente para que todos gritáramos de susto.

El chofer frena, se da cuenta y se puso como papel(blanco). Se baja, verifica que el señor está bien, le pide disculpas, y él señor (tan lindo) le dice que no fue nada. Todo queda en susto.

El chofer alegó que el sol no lo dejó ver...¿4 RETROVISORES Y NO LO VISTE? SERÁS CIEGO!!!

Por supuesto que TODOS le gritábamos cada vez que nos bajábamos en las paradas hasta que ya estábamos afuera...por si acaso.

Que día de locos!