2014 fue un año lleno de retos personales, profesionales y mentales. Un año en que da mitad y mitad cuando mido lo bueno y lo malo. Fue un año de dolor por el gentilicio, de agradecimiento, de esperanza, de desconsuelo, de lograr metas y, al finalizar, con dolor incomprensible.
Enero:
Un mes de entrenamiento físico y mental para enfrentarme a mi primer medio maratón.
Febrero:
Llegan las manifestaciones en Venezuela. Todo cambia, todo se paraliza. La violencia se cobra la vida de más de 45 personas. El pueblo clama lo justo. La forma no siempre fue la adecuada. El resultado fue funesto.
También suspendieron el Maratón CAF. El medio maratón para el que me estaba entrenando.
Marzo:
Gente de afuera muestra su solidaridadpor mi país. Las manifestaciones seguían y se recrudecían.
Las guacamayas alegran el Parque del Este. Nos despejan la mente. Nos alegran el alma.
Abril:
Siguen las manifestaciones, pero nos dimos un espacio para regalar libros a cualquier extraño que los aceptara.
Mi vida cambió en este mes un día que mi papá me trajo esta hermosura que se convertiría en mi hijo por 6 meses. Este fue el mes que Pichu llegó a mi vida.
Mayo:
Como buena madre dedicada, en este mes me aboqué a enseñarle a Pichu a volar, comer solo y tuvimos una conexión maravillosa. Fue hermoso verlo crecer cada día.
El Parque del Este también me ofreció otros animalitos para admirar más de cerca
Junio:
Mes del Mundial y de seguir cuidando a Pichu.
Julio:
Pichu no me deja ni a sol ni a sombra. Este mes dí mi primera clase. Tenía hasta los nervios nerviosos, pero era una experiencia que necesitaba y la disfruté.
Agosto:
Finalicé mi curso, hice mi mejor tiempo en 10K (hasta este día) y descubrí con preocupación que Pichu comenzó a botar sus plumitas sin explicación.
Septiembre:
Mes de cumpleaños, de recordar a los que se fueron, de entender que la vida sigue con todo y tristeza, mes de despedidas... Al fin hago mi primer medio maratón (el orgullo me llena porque sí pude),veo como Pichu vuelve a ser el guapetón que era y ya está casi listo para irse de este nido y la despido a ella ... para un futuro mejor...
Octubre:
Vuelvo a correr la CaracasRock, con dizfraz incluído, y la Samsung Night. Parte de mi alma se va volando. Pichu vuelve a ser libre, como nació. El guayabo todavía está intacto, 2 meses después, pero saberlo libre en el Parque del Este me da alegría y calma. Lo volví a ver dos veces más.
Noviembre:
Con todo y guayabo, hago mi segundo medio maratón, a pesar de las advertencias de los que más saben. El resultado fue terrible, pero me quedó la experiencia y las ganas de mejorar. Hice por tercera vez los 10K del Provincial, haciendo mi mejor tiempo hasta ahora.
Diciembre:
Me uno al grupo de corredores "cuatro elementos" decidida hacer mejor tiempo y desempeño en los 21K del CAF 2015. El año pudo haber terminado equilibrado, pero nuevamente el luto toca a la puerta y nos arruina la vida...
Amigos cumplieron su ciclo en mi vida, otros aparecieron, nuevos retos tocaron la puerta para comenzar el año que viene, se reconoció el trabajo bien hecho, integré el yoga y la meditación como parte de mi semana, y me peleé con el supremo por no entender sus designios.
Todo es una mezcla de vivencias que, para bien o para mal, me hacen replantearme cosas, mejorar, olvidar, relegar. Todo parte del proceso de la vida. Está en uno dejarse vencer o aprovechar los limones para hacerse limonada y seguir el camino.
Mi meta deportiva sigue siendo la misma del año pasado: CAF.
Mi meta personal se desenvuelve cada día con cada reto o vivencia.
¡Que tengan un sano, dichoso y próspero 2015!