Hace un tiempo llegaron unas preguntas curiosas a mi correo, eran del curioso Néstor Llabanero, y si quieren ver hasta donde llegó su curiosidad pueden leer la entrevista que me hizo a mi y a
@laortografa @superdharma @fuentefeliz @profesorbriceno @gabycastellanos y
@maspop.
Que la disfruten.
Meter la pata en twitter
¿Cómo salir airoso si se falla en 140 caracteres? Hablan siete héroes del twitter venezolano
Artículo original de Néstor Luis Llabanero, publicado el Domingo 25 de Marzo de 2012
¿No era con B de burro?
Tuitera salvadora: @laortografa
Un desliz se hace más notorio si lo comete una figura pública. ¿Recuerdan cuando el cantante Alejandro Sanz escribió 'buestra' y no 'vuestra'? La burla hacia el intérprete de Corazón Partío
desbordó la red y el artista amenazó con abandonar Twitter. "No culpes a
tus dedos, al sueño, al teclado o al apuro; simplemente rectifícalo con
una 'fe de errata'. Trata de hacerlo inmediatamente antes del ataque',
recomienda @LaOrtografa, la tuitera venezolana que se promociona con el
eslogan Enseñando a escribir. "Si actúas inmediatamente no es necesario
disculparse. Errar es de humanos. Si te das cuenta luego del ataque,
disculparse sería la manera más humilde de aceptar un error".
Pero,
pasar agachado, nunca. Solo basta un tuit de autoconfesión y, acto
seguido, borrar el mensaje del fallo. "Dejarlo en tu TL dará pie a que
siempre te escriban sobre ello. Cuando corregimos un escrito borramos el
error".
Es aconsejable tomar aire, esperar que el enrojecimiento de la vergüenza pase y asumirlo con calma.
Insulto en 140 espacios
Tuitera defensora: @superdharma
En
ocasiones, Twitter se transforma en un todos contra todos, una red para
que sus vecinos muestren su lado menos racional, un espacio donde a
veces el insulto pasa a ser el argumento. La profesora en redes sociales
Rhona Bucarito, recuerda: "El término social no es solo un sobrenombre:
habla de las personas, con sus aciertos y sus fracasos. ¿Quién no ha metido la pata alguna vez? Lo
principal en el 2.0, como en la vida misma, es obrar de corazón. Si no
has querido ser ofensivo, pero algo se malentendió, explícate y deja
saber tu verdadera posición. ¡Pero no te hagas el loco! Lo peor que
podemos hacer en medios sociales es tratar de echar la basura bajo la
alfombra: siempre hay alguien observándonos. La clave es y será la
transparencia. La gente perdona un error siempre que se admita (tanto el
error como la culpa)".
La empresa ¿Perdona? ese momento
Tuitera heroína: @fuenteseliz
Si
ha vaciado las vísceras en Twitter en contra de alguien luego de
enfrentar con éste un desacuerdo, es momento de pensar en un plan que lo
ayude a salir de un seguro problemón. "Debería buscar un grupo de apoyo
de tuiteros arrepentidos (seguro que ya existe), porque no hay peor
'ratón moral' que ese.
No hay manera de excusar un tuit enviado de mala fe.
Seas o no seguidor de la persona, siempre te van a retuitear lo escrito
contra tu empresa o persona, lo que convierte aquello en un megachisme
de 140 caracteres, del cual todo el que te conoce quiere saber el resto y
te llama para oír de tu propia voz los miles de otros caracteres que
contiene el chisme completo. Y esa es la mayor venganza contra el
'tuitero arrepentido', porque el agraviado habla pestes de éste (pero en
privado), mientras que en el mundo de las redes sociales queda
elegantísimo y el otro lucirá siempre como un amargado, con todo y
fotico. En consecuencia, después de un tuit indeseable, solo queda
renunciar al trabajo o fajarse a llorar como Dumbo ante el jefe,
diciéndole que quien mandó el tuit fue la esposa (o el esposo), que se
metió en su cuenta e hizo esa barbaridad para vengarse porque descubrió
que le estaba montando cachos, que lo descubrió en plena faena en un
hotel de paso, en fin, hay que inventar algo grande, algo como así".
La
periodista Elizabeth Fuentes aconseja, además, cómo llegar a la
oficina: "Con lentes negros, caminando rapidito y haciéndose el que no
tiene idea de lo que está pasando".
¿Y qué decir al jefe si
pregunta la razón de aquel mensaje público? "Que va a divorciarse, que
va a quedarse en la calle, que la mujer (o el marido) le quiere quitar
los hijos, cualquier chisme inmenso que logre cambiar el tema de
conversación. Pero no olviden nunca que lo que se escribe, retuiteado
queda".
Ellas contra ellos (y viceversa)
Tuitera liberadora: @curiosa
Puede
que no llegue a apoyar a un abusador sexual como lo hizo el actor
Ashton Kutcher, un arrepentido del Twitter. Pero sí sucede que en la red
del microblogging hay quien escribe desde una supuesta supremacía
genital. "Si siento que he ofendido con mi comentario a alguien, le
explico un poco sobre el tuit y espero que mi opinión no genere
polémica", justifica @Curiosa, cuya identidad continúa siendo un
misterio entre los tuiteros criollos. "Todo se olvida, incluso en
Twitter. A veces tarda un poco y a veces deja secuelas".
@Curiosa
cree que, muchas veces, es más enriquecedor evitar una polémica. "Otras
veces hay que hacerlo para explicar lo que el otro asumió por error.
Muchas
veces los tuits no reflejan el 100% de un tuitero sino la situación que
vive en un momento determinado (frustración, rabia, tristeza).
Pero, ojo, no todo el tiempo se explica. En ocasiones, simplemente se
lanza el tuit como desahogo y dejas a los demás que peleen solos".
¿Y cuántas chinas son?
Tuitera paladín: @profesorbriceno
Si
le ocurre un lapsus geográfico, por ejemplo, llamar 'Las dos Chinas' a
Corea del Sur y Corea del Norte, como le sucedió a Alicia Machado, el
profesor de oratoria de Miss Venezuela, José Rafael Briceño, tiene algo
que decir: "Ser honesto ante todo".
Confrontarse con los seguidores es como pegarle a la reja detrás de la cual ladra un perro,
compara Briceño. "A veces, solo admitir la falta es suficiente. Decir
que fue 'hackeado' es mentir y la mentira es una política mediocremente
eficiente a corto plazo".
Según Briceño, cuando el prestigio es
real no se pierde por un tuit equivocado. Cerrar la cuenta y abrir otra
no conviene: "¿Para qué? ¿Te vas a operar la cara y cambiarte la cédula
también?", reflexiona el maestro del buen decir. "La salida depende del
pelón. El problema es que hoy en día está de moda el ofenderse".
Imágenes hot
Tuitera redentora: @gabycastellanos
Subir
imágenes indiscretas, como las aparentemente sustraídas del celular de
la actriz Scarlett Johansson, es un tema conocido por más de un tuitero
que pretendiendo hacer alarde de sus intimidades se da cuenta de que con
su acción su reputación no se ha visto favorecida. ¿Cómo hacer si
sobreviene el arrepentimiento por esa exhibición caliente? Desde Madrid,
la venezolana @Gabycastellanos, dice: "Ningún tuitero es perfecto. Si
tu audiencia permite que te burles de ti mismo, hazlo. Aceptar la
realidad desde el humor es lo mejor que puedes hacer. Si tu audiencia no
permite el uso del humor, pues, simplemente, sé sincero, di lo que ha
sucedido. Está claro que esto no evitará que salte un montón de replies
recordándote durante los próximos días lo que ha sucedido. Nadie se
salva. Pero hará que sea más liviano. No olvides que la vida digital es
exactamente igual que la vida
offline. Todo lo que hagas allí repercutirá allá y viceversa.
La sinceridad y la honestidad son la madre del Twitter".
Falta de "curtura" general
Tuitera protectora: @maspop
"Debería existir un corrector cinematográfico de IMDb en Twitter, en caso de que se haya escrito que el Tony Manero de
Fiebre del sábado por la noche
era Robert de Niro y no John Travolta, o 'un corrector de brutalidades
vía Wikipedia' si se tuiteó que Costa Rica es una isla y su capital es
San Juan.
Cuando se comete una falta de cultura general, hay que hacer evidente el error de manera inmediata y reírse de uno mismo. A continuación, hay que corregirse y hacer uno que otro tuit ingenioso a modo de fe de errata y
'damage control' (sin perder el control)".
Twitter:
@llabanero
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