martes, 15 de agosto de 2006

Una clínica que está de hospitalización

Supongo que no soy la única persona desafortunada a la que le ha tocado el momento de tener que ingresar a un familiar en una clínica por cualquier razón. Nuestra odisea (de mi mamá y mía) comenzó ayer Lunes 14 de Agosto cuando ingresamos a que operararan a mi mamá de un mal en su hombro que la aquejaba desde hace ya mucho tiempo. Entramos a Admisión a las 5:50 am, ya que nos habían dicho que fuéramos a las 6:00 am. Hasta aquí todo bien. Fuímos a los ascensores para percatarnos que NO servían dos de los tres que tienen allí. Cuando al fin nos subímos al que servía nos bajaron pues tenían que buscar un paciente. Esto sucedió dos veces mas. Ooookeyyy. Llegamos a la sala de preoperatorio. Un cuartico chiquitico donde de casualidad cabe el paciente. Allí el ingreso y demás cosas estuvo bien. Se llevaron a mi mamá al quirófano pues la cirugía comenzaba a las 7:30 am. Cosa que comenzó a las 8:45 am (seguramente es que su reloj no es suizo, supongo) Al irse mi mamá nos fuímos a desayunar en una panadería de un centro comercial en chacao, ya que cuando fuí a comprar café en el cafetín me dijeron que no podía llevar alimentos líquidos y calientes por los pasillos... ¿Quééééé?. Pero eso si, ellos podían llevarmelo a la habitación cobrando una comisión...Ahhhhhh! ya entendí. Regresamos y preguntamos por la habitación para acomodar todas las cosas de mi mamá. Serían como las 8:20 am y nos dijeron que teníamos que esperar hasta las 2:00pm para que nos dieran la habitación. Y digo yo: ¿Entonces para que programan una cirugía tan temprano? Bueno...como pudimos mi papá y yo nos acomodamos en el cuchitril, digo, en el cuarto a esperar. A las 11:20 am nos asignan una habitación que había sido desocupada y nosotros felices. Mi mamá llegó a la habitación a las 11:30 am. Los "delicados" camilleros tuvieron la "amabilidad" de colocar a mi mamá justo en su hombro recién operado mientras le quitaban las sábanas de quirófano, pues al parecer nunca nadie los entrenó para quitar dichas sábanas por el lado donde menos le doliera al paciente y mucho menos por otro lado que no fuera donde acababa de ser abierto-jurungado-cosido. Dispusimos todo para empezar a cuidarla como es debido. De pronto una primita quiso ir al baño. Fué. La palanca...no bajó. Reportamos el daño y se nos dijo que ya sabían que el baño estaba dañado (no entendí la idea de entregar un cuarto en mal funcionamiento) y que cuando pudieran nos darían otra habitación. Okeyyy. A la 1:00 pm nos mudan a otra habitación. Esta habitación tenía como detalle que el televisor no tenía el botón de apagar/encender así que había que meter el dedito hasta donde te pegara corriente para que prendiera el aparato. Finalmente...la prendimos. Ojo, nunca pudimos apagarla, no nos quedó de otra que enchufar y desenchufar. Bueeenoooo... Nos dijeron que a la 1:30 pm le traerían la comida. Las enfermeras entraban y salían como si la habitación era el baño de personal, abrían la puerta como con rabia de entrar, miraban y se iban. (¿Buscarían a algun prófugo o algo asi?) Finalmente a las 2:45 pm decidí preguntar si la comida tardaba mucho o estaban esperando el ascensor para subir a la habitación...Llegó a las 3:30 pm. Suerte que los apuré. Por cierto. Llegó fría. Luego nos visitó la familia y todo el cuento. Las enfermeras seguían con su ritual de entrada y salida sin explicación. Puedo decir que el primer día vi solo a 15 enfermeras, sólo para mi mamá. Cualquiera diría que es atención personalizada, la cuestión es que nunca decían ni hacían nada. Apenas dos o tres fueron las que suministraron los medicamentos y fluídos. Al rato entró la "médico residente" a ponerse a la orden para lo que fuera. (Sólo la vi ese momento después desapareció como el viento), eso sí, antes de irse muy "profesionalmente" nos hizo saber que estaba mas calmada de saber que todo lo que le habían PONIDO a mi mamá le había caído bien. Un momento, retrocedamos...¿PONIDO?? ¿Quééééééé? Y ésta ¿dónde se sacó el título de doctora??? Pasado el shock de todos los que estábamos ahí presentes cada uno se fué a su casita y yo a cuidar a mi mamá. La noche no pudo ser peor. Hasta la 1:10 am entraron esa "brujas" desalmadas a cada momento que mi pobre mamá trataba de dormirse mientras el dolor la dejaba. Cada tanto que ella dormitaba ZUASSSS! venía otra loca, abría la puerta como si la estuvieran persiguiendo,veían para todos lados y eso si, se aseguraban de sonar bastante la puerta tanta a la entrada como a la salida. Total...solo estábamos en una clínica privada, luego de una intervención quirúrgica y mi mamá moría de dolor. Ah, y el detallazo de la hora, por supuesto. ¿Dormimos? la verdad no. Esta mañana al finnn nos íbamos a nuestra casita. En eso CATAPLUMMMMM, adivinen. El baño de lo que fué nuestra primera habitación (que estaba al frente de la que ahora teníamos) hizo explosión. La tubería "excelentemente" arreglada que dejaron cuando nos mudaron no aguantó el "delicado" trato de quienes la reparan y furiosa hizo CABUM. Eso fueron gritos de auxilio... de ayuda... había una pobre anciana aterrada-mojada-recién operada que tuvo que saltar al "exquisito" sofá que funge como cama para los que nos quedamos de acompañantes (...) La hija de la señora gritaba y corría mientras las enfermeras corrían-reían-sorprendían, hasta que una dijo: " Ese baño estaba reportado como malo ayer, sacaron a la gente que estaba ahí y lo parapetearon". ¿Se me olvidó mencionarles que nos quitaron el agua??? Finalmente luego de que por fin le colocaron el último antibiótico a mi mamá nos fuímos. Otra odisea...no había NADIE que pudiera llevara mi mamá en su silla de ruedas hasta la entrada. Una señora de mantenimiento (debo decir que las señoras de mantenimiento y comida fueron las ÚNICAS que se portaron a la altura de una clínica privada y cara) al vernos allí tanto tiempo paradas se sorprendió, tomó la silla de ruedas, le dijo a la de seguridad que ella la llevaba y ni corta ni perezosa la metió en el ascensor (cuando llegó) y nos llevó hasta la entrada. Ahí los "amables" taxistas nos dijeron que si queríamos un taxi y nos hicieron señas de que fuéramos hasta donde ELLOS estaban, a lo que les respondí que si la comodidad era para ellos tomaba otro taxi que pasara por ahí y punto. Santo remedio, enseguida retrocedió uno y nos llevó. FIN DE LA TORMENTOSA ODISEA. Post data: espero que valga la pena todo esto y al final la doctora que operó a mi mamá sea tan buena como dice y mi mami quedé perfectamente bien otra vez. Pero de pana...que florest, digo...que flojera ir a esa clínica otra vez. Por último me hicieron llegar un papel para ver como había sido el desempeño de la clínica y su personal. Tentada estuve de botarlo, pero me abstuve y puse en letras todo lo que nos hicieron sentir en lo que alguna vez fue una excelente clínica cercana a los lados de un centro cultural de chacao.

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