Tengo muchos días queriendo decir muchas cosas. Queriendo vaciar el vacío, llenar lo inllenable, regar lo que está seco, gritar para sosegar, pero entre una cosa y otra, un dolor y otro, la musa se me fué pa´l carrizo y la verdad no he tenido muchas ganas de NADA!.
Cuando a uno le falta en lo que ha creído se torna cuesta arriba la fe que se nos hace inalcanzable, a sabiendas de que tienes muchas cosas que agradecer, pero un dolor viene mas fuerte y opaca al anterior y muchas veces lo acrecienta o se le pone al lado a ver quien nos hace más daño. Es duro enfrentarse adultamente a esas cosas que uno ve en películas o novelas, porque piensas que nunca te van a pasar a ti. Un día amaneces diciendo que vas a tirar a la porra el dolor, la rabia, la impotencia y que vas a seguir adelante, y un segundo después caes en las redes de la depresión, muchas veces profunda, de donde salir es un verdadero infierno. Otro día amaneces preguntándote para que amaneces si ya no quieres, si te duele tanto, y en un segundo algo te da las fuerzas para terminar otro día mas... Este carrusel de emociones es absorbente y extenuante. Acaba con las esperanzas, las ilusiones, los sueños, la fe, y te lanza de golpe a una realidad cruda, cruel, bastardamente absurda, donde juras y perjuras que desde allá arriba sentados en una nube se están riendo de lo que sientes, de lo que sentías, de lo que estás pasando y de lo que creías que tenías. Muchas cosas te hacen tocar tierra firme y escarbarte por dentro para ver que en realidad la cosa no era tan color de rosa como tu creías y que el lobo feroz era el que tenías al lado, pero ahí mismo y sin proponértelo vuelve la memoria a jugarte la mala pasada de acordarte de lo bueno poniendo en la balanza lo malo muy por debajito. Días donde piensas y piensas y piensas y cuando crees que ya nada puede dolerte mas viene el destino muerto de risa y te dice en tu cara: "¿Qué? ¿Creías que eso era todo? Toma ésto". Días donde solo quieres acostarte a dormir y no despertar... Hay días también donde ves la miseria humana de cerca y das gracias por lo que tienes y sin embargo te sientes tan vacío... Pero hay otros días en que jurabas que iba a ser otro día igual que los miserables días anteriores y un evento te cambia la rutina. Un tío muy enfermo que llama a su familia para despedirse de ella. Una familia que se reecuentra y que dentro de la tragedia se ríe de los cuentos de antes como si fueran de ahorita. En momentos así piensas...TODO PASA (cual Maytte) y nada queda, pero a veces, si queda algo, y a veces, no todo pasa. En momentos así te da rabia preocuparte por las cosas que ya pasaron, por las cosas que solo te importan a ti y a nadie mas. Pero también da tristeza ver que en una circunstancia igual al menos ese tío tiene hijos y mujer al lado , y otros, no tienen ni tendrán nada de eso. Tristeza, remembranza, depresión, rabia, impotencia.Son muchos los sentimientos que un corazón chiquito aguanta callado porque no puede decir nada.